4 de enero de 2014

Poemas de Marta Sanz





Como calzarse


la palabra mujer
sin que el pie zancajee
dentro del zapatito.

Después, 
muy pronto,
los cordones aprietan
y el cuero,
el tafilete,
el charol,
nos hacen rozaduras 
y ampollas 
que nunca cicatrizan. 







El pecho de la madre


recuerda la leche
cuando amamanta al hijo.

El hijo
recuerda la succión 
y se aferra a la areola.

Lo mismo ocurre
con las uñas,
con el pelo de los muertos
y con los dedos de los pies.




Vintage - Bartleby Editores

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